Shiina
Amamiya.
* Shiina ama ayudar a los huérfanos.
* Shiina es una pluma roja por herencia.
-¿seguro
que por aquí hay un buen lugar, Mike?
Íbamos
caminando Mike Sutherland, los 3 brutos, Mía, Mai y yo por unas calles pobladas
de residencias.
-claro,
señorita Amamiya; Tenga fe en mi.
-por
cierto chicas, gracias por aceptar venir. Teníamos mucho sin hacer algo las 3
¿no?
-bueno,
te olvidaste de nosotras todos estos días. Pero te perdonamos porque somos
amigas. –dijo Mai.
-no
sabía que se sintieran así en verdad. –admití. –creí que de la nada había
dejado de agradarles. Pero desde ahora se unirán a nosotros en la azotea, ¿sí?
Mai
era una chica extravagante: se pintaba el cabello de rubio con unos rayos
rosados y llevaba 3 aretes en cada oreja y uno más en la nariz.
Mía
era una chica completamente opuesta. Normalmente reservada y callada.
-¡por
su pollo! –gimió Mai.
-perfecto.
-en
fin. –dijo Mike. –ahora que ya son amigas puedo volver a la conversación… ¿Cómo
creen que le está yendo a su amiga Tenma con Nobunaga?
-no
se… esa chica tiende a ser muy nerviosa y el tiende a ser muy frio con quien no
sea Yuuto o los 3 brutos. –expliqué al recién llegado. –entonces esto es mas
como un experimento divertido para todos.
-ya
veo, por cierto. La chica rubia… la señorita Johnson… ¿ella sale con alguien?
-¿te
gusta o algo así, picaron? –me burlé.
-no
puedo pensar en mujeres mientras no me pruebe como persona, es solo que es la
más linda de la escuela y me extrañaría que no fuera así.
-bah,
siempre está con tipos. Todos los días habla con diferentes. –se quejó Mai.
-eso
se ve mal en una chica la verdad. –dijo Mía.
-es
verdad. –dije. –siempre habla con los chicos. Pero es porque ellos se lo piden
para invitarla a salir o algo así, pero fuera de la escuela nunca la he visto
hablar con uno. De hecho ni en la escuela, son conversaciones de 5 minutos en
lo que les rechaza.
-debo
decir que nunca la he visto tomada de la mano ni besándose con nadie o algo
así. – admitió Mai.
Me
imagine a Elizabeth diciendo “te amo” y empecé a carcajearme, mi risa se
contagio a los 3 brutos y a Mía y Mai.
-¿Qué
les pasa? –preguntó Mike. -¿me perdí un chiste?
-es
solo que la idea de ver a Elizabeth sonrojada de la mano de su amado es
demasiado graciosa como para aguantarse la risa. –expliqué. –además a ella no
le convence ningún…
Mientras
íbamos hablando dimos la vuelta para volver a una calle principal. Lo que nos
recibió fue la figura semi encorvada de Elizabeth tomada de la mano de un
Harima arrodillado ante ella. Elizabeth estaba sonrojada y parecía estar
diciéndole algo.
-emm…
¿no se les antoja mejor un helado de la estación? Queda por el otro lado.
–sugirió Mike.
-sí.
–dijimos al unisonó, y nos dimos la media vuelta ignorando lo sucedido.
Un
día antes del viaje a las aguas termales los 3 brutos cancelaron porque un
viejo amigo: un cuarto bruto, andaba de
visita en la ciudad y no querían dejar pasar la oportunidad de pasar el rato con
su viejo amigo, así fue que los últimos 3 cupos los terminaron tomando Mai,
Harima y Mike; Estos dos últimos se hicieron inseparables amigos en compañía de
Yuuto, cada vez que Haruka se descuidaba esos 3 se iban a pasear por la escuela
diciendo estupideces, ¿Quién lo diría?
El
día del viaje había llegado, un largo fin de semana de 5 días nos aguardaba y
la emoción iba en crecimiento. A las 7 de la mañana ya estaba yo con un par de
maletas pequeñas esperando a mis amigos en la estación de tren, llevaba una
chaqueta ligera por el frio que se suelta durante las mañanas, seguramente al
llegar a las aguas termales el calor seria casi infernal. Me senté en una banca
para esperar y me quedé mirando los pases. Era curioso que la razón principal
de este viaje fuera para poder acercarme más a Yuuto y poder tener algo serio
con el… y ahora me viera obligada a fomentar su unión, era mi papel como amiga.
Pero
no me importaba, mi plan era divertirme como nunca con todos mis nuevos amigos
en esta ciudad, pensar que hace solo un año yo era una completa desconocida
para ellos y ahora tendríamos nuestro primer viaje juntos, era muy emocionante
el solo pensar que cosas nos esperaban a todos.
El
primero en llegar fue Mike, el apuesto niño rubio con músculos definidos, sus
ojos azules estaban cubiertos por unas gafas de sol de camionero oscuras.
-señorita
Amamiya, llega temprano.
-es
mejor a llegar tarde, Mike. ¿Listo para el viaje?
-claro,
para serte sincero no esperaba entablar amistad con ustedes, yo solo quería el
perdón de Yuuto y como premio gané amigos valiosos.
-¿Cómo
es eso del perdón de Yuuto, le has hecho algo malo en el pasado? –mi curiosidad
era tétrica hasta cierto punto.
-malo
es poco… traté de hacerlo sentirse menos como persona por su estado económico.
-¿y
qué te hizo cambiar de forma de ser? Si le hiciste algo así es porque así
pensabas. ¿Por qué cambiaste?
-las
empresas Sutherland son los principales proveedores de material primo a las
empresas Nogizaka, ósea la compañía de la familia de Haruka. Yo en mis días infantiles
además de ofender a Yuuto ofendí a Panchito; que es el abuelo de Haruka y puse
en peligro los tratos con las empresas Nogizaka. Mi padre como castigo me envió
a esta ciudad con las manos vacías, solamente me proporcionó de un departamento
mugroso en la zona sur, hay que agregar que el departamento no tenía muebles ni
nada que lo hiciera habitable. Mi prueba era vivir como una persona común y
corriente para poder entender por lo que pasan y demostrarle a mi padre que era
capaz de salir adelante por mi cuenta.
-debió
ser duro.
-todavía
no me acostumbro en totalidad, he conseguido trabajo en un restaurante como
camarero y he trabajado desde el primer día de clases. Me tomó algo de tiempo
acostumbrarme al ritmo del trabajo y por eso había faltado las primeras 2
semanas de clases. Con mis primeros pagos compré un viejo sofá en una tienda de
garaje y duermo en el, también compré un refrigerador pequeño y una estufa
eléctrica. Poco a poco he ido saliendo adelante, ya pude comprar ropa y
próximamente espero poder tener una televisión.
-¿tu
padre sabe lo que has progresado?
-esta
mañana vino a verme, me dijo que le sorprendía que no haya ido a llorarle aun,
me ofreció incluso volver a casa. Pero me he negado.
-¿Por
qué?
-porque
aunque para el pasé la prueba, para mi aun es el comienzo de lo más difícil; no
pienso depender de mi familia nunca más, si vuelvo a esa mansión será cuando ya
sea el jefe de la compañía.
-vaya,
¿Qué ha dicho tu padre?
-dice
que está orgulloso y extrañado de mi crecimiento, es un buen halago. Entonces
esa es la razón por la que me siento tan mal por lo que le dije a Yuuto, no es
bueno presumir de las riquezas que tú mismo no te ganas. Por ahora solo puedo
presumir mi refrigerador y mis otros muebles.
-interesante
Mike, ¿Yuuto sabe de tu prueba?
-oh
no, no quiero que se entere. Es un secreto entre tú y yo, ¿está bien?
-bueno…
seré una tumba.
Tenma
y Yakumo llegaron cuando terminé de hablar; Tenma llevaba dos gigantescas
maletas y venia bailando hacia nosotros, Yakumo en cambio caminó y de forma
educada nos dedicó una reverencia silenciosa.
-¡estamos
listas para la playa, Shiina! –me gritó Tenma acercándose con torpeza.
-pero…
no vamos a la playa Tenma… vamos a las aguas termales.
-put…
tengo que ir a casa para hacer unos cuantos arreglos en mis maletas entonces.
-espera
hermana, traje ropa para ti sabiendo que te equivocarías.
-me
has salvado, ¡Yakumo!
Tenma
era como una niña de 10 años: torpe y distraída. Y Yakumo era como una mujer de
20: seria y responsable.
-oye,
oye ¡Mike! Cómprame un jugo. –ordenó Tenma.
-¡Hey,
Chicos! –gritó Eri moviendo su mano, que recién había llegado por la puerta
seguida de Harima que cargaba con dificultad 4 maletas, supuse que Eri lo había
tomado por mula de carga.
-muévete
rápido, bigotes. Nos están esperando.
-silencio,
princesita. –bufó Harima.
-idiota.
-bah…
-¿dijiste
algo, bigotes?
-no…
nada Elizabeth.
-disculpen
la tardanza. –se disculpó Eri. –pero Bigotes es muy débil y tenía que descansar
un poco antes de continuar.
-vaya,
entonces si están saliendo. ¿No? –me susurró Mike de espaldas.
-supongo.
–bufé. –no te preocupes Eri, aún es temprano.
Duramos
unos minutos hablando Tenma, Elizabeth y yo por separado, pues Harima y Mike se
secreteaban algo. Después se nos unió Mai y por ultimo Haruka, Mika y Yuuto.
Como pareja iban tomados de la mano y Yuuto cargaba ambas maletas con un solo
brazo, un caballero como siempre ese tonto.
-por
fin llegan, ¿Dónde estaban tortolos? –me burlé.
-cállate,
tonta. –regañó Yuuto, avergonzado.
La
hora de partir llegó rápido, abordamos el tren felices y nos emocionamos aun
más al ver que teníamos todo el vagón solo para nosotros. En el lado derecho de
la cabina nos sentamos Elizabeth, Mai, Tenma, Yakumo, Mika, Harima y Mike Del
lado derecho Yuuto y Haruka solos.
-¡vaya!
¡Pero parece que rentaste el tren solo para nosotros Shiina! ¡Esto es
excelente! ¡Vamos a comprar unos tacos! –Tenma estaba más feliz que todos
juntos y no paraba de decir tonterías. –vamos, Mika ¡cantemos la canción de los
tacos!
-¡claro!
Tacos, tacos, tacos para mi….
-tacos,
tacos, tacos para ti…
Todos
nos carcajeamos, a excepción de Yakumo que miraba extrañada lo infantil que
podía llegar a ser su hermana.
-esto…
gracias por cuidar de mi hermana tan bien. Ahora veo que estaría perdida de no
ser por ustedes.
-no
te preocupes, no te preocupes… siempre nos aseguramos de ponerle su cadena en
el cuello para que no escape. –bromeó Elizabeth todavía riéndose.
-¿vez
Mike? La princesa solo sabe solucionar las cosas con cadenas. Es una salvaje.
–se quejó Harima susurrándole a su amigo.
-Dijiste
algo, ¿bigotes?
-Nada
señorita Johnson… -gruñó con sarcasmo.
-Más
te vale.
Las
4 horas de viaje en tren se pasaron tranquila y rápidamente, hablamos, jugamos,
comimos y bromeamos. Cuando por fin el tren se detuvo en nuestro destino bajamos
felices y emocionados, había llegado la hora de divertirnos en nuestra primera
salida como amigos.
El
lugar era un hotel empedrado tradicional de Japón, construido sobre la montaña
y del techo salía vapor. Entramos y entregué los pases. Nos asignaron dos
habitaciones; una para hombres y otra de mujeres. Quedamos en descansar un rato
cada quien en su cuarto y en las aguas termales y a las 6 saldríamos a explorar
la ciudad juntos.
Haruka,
Elizabeth y yo estábamos dormitando recargadas sobre una piedra de lava,
disfrutando la agradable sensación de agua caliente por el cuerpo. Tenma y Mika
estaban jugando a ver quien aguantaba más tiempo la respiración bajo el agua y
Mai acosaba a Yakumo con preguntas incomodas.
-anda,
alguien tiene que gustarte. –decía coqueta Mai
-esto…
los hombres son malas personas, al menos los que he conocido. –se defendía
Yakumo. –no veo porque estar enamorada de uno de ellos.
-vaya,
que amargada eres… aunque es natural, todos los hombres son idiotas. Excepto
tal vez Yuuto… y Haruka ya se lo ha robado.
-¿Qué?
–preguntó Haruka sorprendida por escuchar su nombre.
-déjalo
ir Mai, tuviste tu oportunidad. –dije con severidad.
-¿Cómo
es eso? –preguntó Tenma sorprendida.
-yo
también quiero saber. –dijo Haruka levantándose.
-ya
despertaste a la leona. –se burló Elizabeth. –además yo también tengo
curiosidad de eso.
-anda,
si tienes algo que decirme dímelo ahora Mai. –dijo Haruka molesta. Algo raro en
ella. hay que decirlo.
-no
va por ese camino Haruka, te lo contaré. Yo estuve en la misma secundaria de
Yuuto, y estuve a poco de salir con él. Porque me gustaba.
-Imposible.
–Dijo Mika impactada. –Creí que mi hermana era la única loca capaz de
enamorarse de Yuutito.
-si
supiera…. –pensé.
-Bueno,
cuenta la historia –exigió Haruka todavía molesta.
-Bueno
bueno, todo comenzó en primer año; él y Nobunaga eran inseparables. Pasaban
todo el tiempo juntos, de hecho se podría pensar que eran pareja. Uno de los
primeros días de clases Nobunaga se metió en un lio por robarle una revista o
algo así a un gigantón y este estuvo persiguiéndolo por toda la escuela para
golpearlo, y Yuuto intercedió por él. El gigantón le puso una paliza a Yuuto
pero para mí fue un acto único de heroísmo y se convirtió en mi héroe, unas
semanas después le confesé que me gustaba y él me dijo “bueno, no sé qué
decirte. Podemos ser amigos y ver si surge algo, ¿sí? Y yo acepé emocionada.
Por desgracia pues nunca se dio nada a pesar de mis intentos de coqueteo; y ya
en la preparatoria pues fue el inicio de la era de Haruka Nogizaka y yo terminé
olvidando todo lo que me gustaba. Fin de la historia.
-¿eso
era todo? Vaya… creí que había una historia de amor juvenil escondida detrás de
tus declaraciones. –se burló Elizabeth divertida.
-no
estoy hablando contigo, rubia quita amigas. –se defendió Mai.
-¿eh?
¿Ahora vas contra mí? Aprende a pintarte el cabello.
-ya,
ya… -dijo Tenma. –lo importante es que ahora Yuuto y Haruka son casi uno mismo,
¿no?
-cierto.
–dijeron al unisonó; me limité a sonreír y a asentir con la cabeza.
-un
momento, ¿Nobunaga fue capaz de robarle
a un gigante? Eso si es ser un héroe. –Bufó Tenma orgullosa. –por eso es mi
hombre.
-creí
que hace poco había elegido el estofado sin carne por sobre ti. –dijo Yakumo
confundida. – ¿cómo es que aun así lo quieres?
-ah,
bueno sobre eso… él considera un empate entre el estofado sin carne y yo, es un
avance.
-ah
eso hace la situación diferente. –se burló Mika. –oigan, ¿no creen que
deberíamos comer algo?
-cierto,
esperemos a los hombres en un restaurante. Le enviaré un mensaje a Yuuto para
avisarle. –sentencié. –salgamos de aquí entonces.
Todas
nos matamos de risa cuando llegaron Harima, Mike y Yuuto, los 3 tenían la cara
pintada de azul fuerte. Hasta la fecha es un misterio que les pasó, por más que
les preguntamos ninguno de los 3 hizo un comentario de eso.
Unas
horas más tarde nos encontrábamos en un centro comercial, viendo tiendas y
tomando fotos por doquier. El día era perfecto hasta que Yuuto me lo arruinó.
-oye,
Shiina… tengo algo que mostrarle a Haruka, ¿te importaría inventarte una buena
excusa a nuestra ausencia? Los veremos más tarde en el hotel ¿sí?
-claro
Yuuto, cuídala mucho. –dije sonriente.
-gracias,
eres una verdadera amiga. ¡Nos vemos!
Yuuto
y Haruka se fueron corriendo en dirección contraria a la nuestra y desaparecieron
entre la gente, tomados de la mano. –es lo mejor… –pensé. –son el uno para el
otro.