miércoles, 29 de agosto de 2012

Capítulo 7: Shiina Amamiya


Shiina
Amamiya.
* Shiina ama ayudar a los huérfanos.
* Shiina es una pluma roja por herencia.




-¿seguro que por aquí hay un buen lugar, Mike?
Íbamos caminando Mike Sutherland, los 3 brutos, Mía, Mai y yo por unas calles pobladas de residencias.
-claro, señorita Amamiya; Tenga fe en mi.
-por cierto chicas, gracias por aceptar venir. Teníamos mucho sin hacer algo las 3 ¿no?
-bueno, te olvidaste de nosotras todos estos días. Pero te perdonamos porque somos amigas. –dijo Mai.
-no sabía que se sintieran así en verdad. –admití. –creí que de la nada había dejado de agradarles. Pero desde ahora se unirán a nosotros en la azotea, ¿sí?
Mai era una chica extravagante: se pintaba el cabello de rubio con unos rayos rosados y llevaba 3 aretes en cada oreja y uno más en la nariz.
Mía era una chica completamente opuesta. Normalmente reservada y callada.
-¡por su pollo! –gimió Mai.
-perfecto.
-en fin. –dijo Mike. –ahora que ya son amigas puedo volver a la conversación… ¿Cómo creen que le está yendo a su amiga Tenma con Nobunaga?
-no se… esa chica tiende a ser muy nerviosa y el tiende a ser muy frio con quien no sea Yuuto o los 3 brutos. –expliqué al recién llegado. –entonces esto es mas como un experimento divertido para todos.
-ya veo, por cierto. La chica rubia… la señorita Johnson… ¿ella sale con alguien?
-¿te gusta o algo así, picaron? –me burlé.
-no puedo pensar en mujeres mientras no me pruebe como persona, es solo que es la más linda de la escuela y me extrañaría que no fuera así.
-bah, siempre está con tipos. Todos los días habla con diferentes. –se quejó Mai.
-eso se ve mal en una chica la verdad. –dijo Mía.
-es verdad. –dije. –siempre habla con los chicos. Pero es porque ellos se lo piden para invitarla a salir o algo así, pero fuera de la escuela nunca la he visto hablar con uno. De hecho ni en la escuela, son conversaciones de 5 minutos en lo que les rechaza.
-debo decir que nunca la he visto tomada de la mano ni besándose con nadie o algo así. – admitió Mai.
Me imagine a Elizabeth diciendo “te amo” y empecé a carcajearme, mi risa se contagio a los 3 brutos y a Mía y Mai.
-¿Qué les pasa? –preguntó Mike. -¿me perdí un chiste?
-es solo que la idea de ver a Elizabeth sonrojada de la mano de su amado es demasiado graciosa como para aguantarse la risa. –expliqué. –además a ella no le convence ningún…
Mientras íbamos hablando dimos la vuelta para volver a una calle principal. Lo que nos recibió fue la figura semi encorvada de Elizabeth tomada de la mano de un Harima arrodillado ante ella. Elizabeth estaba sonrojada y parecía estar diciéndole algo.
-emm… ¿no se les antoja mejor un helado de la estación? Queda por el otro lado. –sugirió Mike.
-sí. –dijimos al unisonó, y nos dimos la media vuelta ignorando lo sucedido.
Un día antes del viaje a las aguas termales los 3 brutos cancelaron porque un viejo amigo: un  cuarto bruto, andaba de visita en la ciudad y no querían dejar pasar la oportunidad de pasar el rato con su viejo amigo, así fue que los últimos 3 cupos los terminaron tomando Mai, Harima y Mike; Estos dos últimos se hicieron inseparables amigos en compañía de Yuuto, cada vez que Haruka se descuidaba esos 3 se iban a pasear por la escuela diciendo estupideces, ¿Quién lo diría?
El día del viaje había llegado, un largo fin de semana de 5 días nos aguardaba y la emoción iba en crecimiento. A las 7 de la mañana ya estaba yo con un par de maletas pequeñas esperando a mis amigos en la estación de tren, llevaba una chaqueta ligera por el frio que se suelta durante las mañanas, seguramente al llegar a las aguas termales el calor seria casi infernal. Me senté en una banca para esperar y me quedé mirando los pases. Era curioso que la razón principal de este viaje fuera para poder acercarme más a Yuuto y poder tener algo serio con el… y ahora me viera obligada a fomentar su unión, era mi papel como amiga.
Pero no me importaba, mi plan era divertirme como nunca con todos mis nuevos amigos en esta ciudad, pensar que hace solo un año yo era una completa desconocida para ellos y ahora tendríamos nuestro primer viaje juntos, era muy emocionante el solo pensar que cosas nos esperaban a todos.
El primero en llegar fue Mike, el apuesto niño rubio con músculos definidos, sus ojos azules estaban cubiertos por unas gafas de sol de camionero oscuras.
-señorita Amamiya, llega temprano.
-es mejor a llegar tarde, Mike. ¿Listo para el viaje?
-claro, para serte sincero no esperaba entablar amistad con ustedes, yo solo quería el perdón de Yuuto y como premio gané amigos valiosos.
-¿Cómo es eso del perdón de Yuuto, le has hecho algo malo en el pasado? –mi curiosidad era tétrica hasta cierto punto.
-malo es poco… traté de hacerlo sentirse menos como persona por su estado económico.
-¿y qué te hizo cambiar de forma de ser? Si le hiciste algo así es porque así pensabas. ¿Por qué cambiaste?
-las empresas Sutherland son los principales proveedores de material primo a las empresas Nogizaka, ósea la compañía de la familia de Haruka. Yo en mis días infantiles además de ofender a Yuuto ofendí a Panchito; que es el abuelo de Haruka y puse en peligro los tratos con las empresas Nogizaka. Mi padre como castigo me envió a esta ciudad con las manos vacías, solamente me proporcionó de un departamento mugroso en la zona sur, hay que agregar que el departamento no tenía muebles ni nada que lo hiciera habitable. Mi prueba era vivir como una persona común y corriente para poder entender por lo que pasan y demostrarle a mi padre que era capaz de salir adelante por mi cuenta.
-debió ser duro.
-todavía no me acostumbro en totalidad, he conseguido trabajo en un restaurante como camarero y he trabajado desde el primer día de clases. Me tomó algo de tiempo acostumbrarme al ritmo del trabajo y por eso había faltado las primeras 2 semanas de clases. Con mis primeros pagos compré un viejo sofá en una tienda de garaje y duermo en el, también compré un refrigerador pequeño y una estufa eléctrica. Poco a poco he ido saliendo adelante, ya pude comprar ropa y próximamente espero poder tener una televisión.
-¿tu padre sabe lo que has progresado?
-esta mañana vino a verme, me dijo que le sorprendía que no haya ido a llorarle aun, me ofreció incluso volver a casa. Pero me he negado.
-¿Por qué?
-porque aunque para el pasé la prueba, para mi aun es el comienzo de lo más difícil; no pienso depender de mi familia nunca más, si vuelvo a esa mansión será cuando ya sea el jefe de la compañía.
-vaya, ¿Qué ha dicho tu padre?
-dice que está orgulloso y extrañado de mi crecimiento, es un buen halago. Entonces esa es la razón por la que me siento tan mal por lo que le dije a Yuuto, no es bueno presumir de las riquezas que tú mismo no te ganas. Por ahora solo puedo presumir mi refrigerador y mis otros muebles.
-interesante Mike, ¿Yuuto sabe de tu prueba?
-oh no, no quiero que se entere. Es un secreto entre tú y yo, ¿está bien?
-bueno… seré una tumba.
Tenma y Yakumo llegaron cuando terminé de hablar; Tenma llevaba dos gigantescas maletas y venia bailando hacia nosotros, Yakumo en cambio caminó y de forma educada nos dedicó una reverencia silenciosa.
-¡estamos listas para la playa, Shiina! –me gritó Tenma acercándose con torpeza.
-pero… no vamos a la playa Tenma… vamos a las aguas termales.
-put… tengo que ir a casa para hacer unos cuantos arreglos en mis maletas entonces.
-espera hermana, traje ropa para ti sabiendo que te equivocarías.
-me has salvado, ¡Yakumo!
Tenma era como una niña de 10 años: torpe y distraída. Y Yakumo era como una mujer de 20: seria y responsable.
-oye, oye ¡Mike! Cómprame un jugo. –ordenó Tenma.
-¡Hey, Chicos! –gritó Eri moviendo su mano, que recién había llegado por la puerta seguida de Harima que cargaba con dificultad 4 maletas, supuse que Eri lo había tomado por mula de carga.
-muévete rápido, bigotes. Nos están esperando.
-silencio, princesita. –bufó Harima.
-idiota.
-bah…
-¿dijiste algo, bigotes?
-no… nada Elizabeth.
-disculpen la tardanza. –se disculpó Eri. –pero Bigotes es muy débil y tenía que descansar un poco antes de continuar.
-vaya, entonces si están saliendo. ¿No? –me susurró Mike de espaldas.
-supongo. –bufé. –no te preocupes Eri, aún es temprano.
Duramos unos minutos hablando Tenma, Elizabeth y yo por separado, pues Harima y Mike se secreteaban algo. Después se nos unió Mai y por ultimo Haruka, Mika y Yuuto. Como pareja iban tomados de la mano y Yuuto cargaba ambas maletas con un solo brazo, un caballero como siempre ese tonto.
-por fin llegan, ¿Dónde estaban tortolos? –me burlé.
-cállate, tonta. –regañó Yuuto, avergonzado.
La hora de partir llegó rápido, abordamos el tren felices y nos emocionamos aun más al ver que teníamos todo el vagón solo para nosotros. En el lado derecho de la cabina nos sentamos Elizabeth, Mai, Tenma, Yakumo, Mika, Harima y Mike Del lado derecho Yuuto y Haruka solos.
-¡vaya! ¡Pero parece que rentaste el tren solo para nosotros Shiina! ¡Esto es excelente! ¡Vamos a comprar unos tacos! –Tenma estaba más feliz que todos juntos y no paraba de decir tonterías. –vamos, Mika ¡cantemos la canción de los tacos!
-¡claro! Tacos, tacos, tacos para mi….
-tacos, tacos, tacos para ti…
Todos nos carcajeamos, a excepción de Yakumo que miraba extrañada lo infantil que podía llegar a ser su hermana.
-esto… gracias por cuidar de mi hermana tan bien. Ahora veo que estaría perdida de no ser por ustedes.
-no te preocupes, no te preocupes… siempre nos aseguramos de ponerle su cadena en el cuello para que no escape. –bromeó Elizabeth todavía riéndose.
-¿vez Mike? La princesa solo sabe solucionar las cosas con cadenas. Es una salvaje. –se quejó Harima susurrándole a su amigo.
-Dijiste algo, ¿bigotes?
-Nada señorita Johnson… -gruñó con sarcasmo.
-Más te vale.
Las 4 horas de viaje en tren se pasaron tranquila y rápidamente, hablamos, jugamos, comimos y bromeamos. Cuando por fin el tren se detuvo en nuestro destino bajamos felices y emocionados, había llegado la hora de divertirnos en nuestra primera salida como amigos.
El lugar era un hotel empedrado tradicional de Japón, construido sobre la montaña y del techo salía vapor. Entramos y entregué los pases. Nos asignaron dos habitaciones; una para hombres y otra de mujeres. Quedamos en descansar un rato cada quien en su cuarto y en las aguas termales y a las 6 saldríamos a explorar la ciudad juntos.
Haruka, Elizabeth y yo estábamos dormitando recargadas sobre una piedra de lava, disfrutando la agradable sensación de agua caliente por el cuerpo. Tenma y Mika estaban jugando a ver quien aguantaba más tiempo la respiración bajo el agua y Mai acosaba a Yakumo con preguntas incomodas.
-anda, alguien tiene que gustarte. –decía coqueta Mai
-esto… los hombres son malas personas, al menos los que he conocido. –se defendía Yakumo. –no veo porque estar enamorada de uno de ellos.
-vaya, que amargada eres… aunque es natural, todos los hombres son idiotas. Excepto tal vez Yuuto… y Haruka ya se lo ha robado.
-¿Qué? –preguntó Haruka sorprendida por escuchar su nombre.
-déjalo ir Mai, tuviste tu oportunidad. –dije con severidad.
-¿Cómo es eso? –preguntó Tenma sorprendida.
-yo también quiero saber. –dijo Haruka levantándose.
-ya despertaste a la leona. –se burló Elizabeth. –además yo también tengo curiosidad de eso.
-anda, si tienes algo que decirme dímelo ahora Mai. –dijo Haruka molesta. Algo raro en ella. hay que decirlo.
-no va por ese camino Haruka, te lo contaré. Yo estuve en la misma secundaria de Yuuto, y estuve a poco de salir con él. Porque me gustaba.
-Imposible. –Dijo Mika impactada. –Creí que mi hermana era la única loca capaz de enamorarse de Yuutito.
-si supiera….  –pensé.
-Bueno, cuenta la historia –exigió Haruka todavía molesta.
-Bueno bueno, todo comenzó en primer año; él y Nobunaga eran inseparables. Pasaban todo el tiempo juntos, de hecho se podría pensar que eran pareja. Uno de los primeros días de clases Nobunaga se metió en un lio por robarle una revista o algo así a un gigantón y este estuvo persiguiéndolo por toda la escuela para golpearlo, y Yuuto intercedió por él. El gigantón le puso una paliza a Yuuto pero para mí fue un acto único de heroísmo y se convirtió en mi héroe, unas semanas después le confesé que me gustaba y él me dijo “bueno, no sé qué decirte. Podemos ser amigos y ver si surge algo, ¿sí? Y yo acepé emocionada. Por desgracia pues nunca se dio nada a pesar de mis intentos de coqueteo; y ya en la preparatoria pues fue el inicio de la era de Haruka Nogizaka y yo terminé olvidando todo lo que me gustaba. Fin de la historia.
-¿eso era todo? Vaya… creí que había una historia de amor juvenil escondida detrás de tus declaraciones. –se burló Elizabeth divertida.
-no estoy hablando contigo, rubia quita amigas. –se defendió Mai.
-¿eh? ¿Ahora vas contra mí? Aprende a pintarte el cabello.
-ya, ya… -dijo Tenma. –lo importante es que ahora Yuuto y Haruka son casi uno mismo, ¿no?
-cierto. –dijeron al unisonó; me limité a sonreír y a asentir con la cabeza.
-un momento, ¿Nobunaga  fue capaz de robarle a un gigante? Eso si es ser un héroe. –Bufó Tenma orgullosa. –por eso es mi hombre.
-creí que hace poco había elegido el estofado sin carne por sobre ti. –dijo Yakumo confundida. – ¿cómo es que aun así lo quieres?
-ah, bueno sobre eso… él considera un empate entre el estofado sin carne y yo, es un avance.
-ah eso hace la situación diferente. –se burló Mika. –oigan, ¿no creen que deberíamos comer algo?
-cierto, esperemos a los hombres en un restaurante. Le enviaré un mensaje a Yuuto para avisarle. –sentencié. –salgamos de aquí entonces.
Todas nos matamos de risa cuando llegaron Harima, Mike y Yuuto, los 3 tenían la cara pintada de azul fuerte. Hasta la fecha es un misterio que les pasó, por más que les preguntamos ninguno de los 3 hizo un comentario de eso.
Unas horas más tarde nos encontrábamos en un centro comercial, viendo tiendas y tomando fotos por doquier. El día era perfecto hasta que Yuuto me lo arruinó.
-oye, Shiina… tengo algo que mostrarle a Haruka, ¿te importaría inventarte una buena excusa a nuestra ausencia? Los veremos más tarde en el hotel ¿sí?
-claro Yuuto, cuídala mucho. –dije sonriente.
-gracias, eres una verdadera amiga. ¡Nos vemos!
Yuuto y Haruka se fueron corriendo en dirección contraria a la nuestra y desaparecieron entre la gente, tomados de la mano. –es lo mejor… –pensé. –son el uno para el otro.

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