Yuuto
Ayase.
* Yuuto es conocido por su nobleza.
* Yuuto gusta de cualquier medio para hacer feliz a
Haruka.
-¡apresúrate!
¡Se nos va a hacer tarde! ¡Yuuto!
Nadie
se había dado cuenta de que nos habíamos escapado, todo iba perfecto.
-Entonces,
vámonos Haruka.
-¿ahora
si me dirás a donde me llevaras? O más importante: ¿Por qué tu cara está azul?
Gracias
a Shiina podía pasar tiempo a solas con Haruka en un viaje de grupo, en el
hotel vi un folleto de actividades en la ciudad y de casualidad este mismo día
se exhibía una presentación de “club lacrosse de la escuela nocturna de chicas”
en la que la creadora en jefe estaría respondiendo las preguntas de los fans y
además interactuaría con ellos, además de que se presentaría la voz original de
la protagonista, que a Haruka según sabía, le encantaba.
-Es
una sorpresa, solo corramos que se hará tarde.
Haruka
llevaba puesto un vestido blanco de tirantes y tacones, por lo que no podíamos
ir precisamente “rápido” pero un intento hacíamos. Decidí que a este paso no llegaríamos
nunca.
-olvídalo,
te comprare unas sandalias ¿sí?
-claro,
pero ¿Por qué?
-porque
si no nunca llegaremos.
-¿A
dónde?
-ya
lo verás.
Entramos
en una tienda de zapatos y escogí los primeros que encontré; unas sandalias
esmeralda que parecían cómodas y unos minutos después ya corríamos a toda
velocidad por las cálidas calles de esa ciudad extraña para nosotros.
-disculpe,
señor. ¿Dónde queda el bar WAK?
-queda
doblando la calle a la derecha. –me indicó el anciano. Le hice una reverencia y
tomé a Haruka de la mano pues faltaba poco.
-tranquiló,
ya dijo que es a la vuelta, ¿Por qué tanta prisa?
-porque
aun no he comprado entradas.
-¿entradas?
¿Para qué?
-bueno…
una presentación de “club lacrosse de la escuela nocturna de chicas”
-¡OH
DIOS MÍO! ¡AMO ESE PROGRAMA! ¡OH DIOS MÍO! ¡TE AMO!
-lo
sé, lo sé… -con su alegría ya valía la pena el sacrificio.
-¿pero?
¿Cómo supiste que sería aquí?
-bueno,
me encontré un folleto en el hotel y era una de las posibles atracciones,
supuse que te gustaría convivir un poco con la creadora de la voz de tu
personaje favorito después de la torpe aki chan.
-Yuuto
eres el novio perfecto. Aunque hayas flirteado con Mai en el pasado. –esto
último lo dijo con cierto enojó.
-¿eh?
¿Yo? ¿Con Mai? No sé de qué hablas.
-¿ah
no?
-bueno…
tal vez si sepa un poquito de que hablas. Pero eso fue hace mucho tiempo y solo
se lo dije para no herir sus sentimientos.
-¿seguro?
-seguro.
Además en esos días no te conocía, no sabía lo que hacía.
-discúlpame,
no sé porque me moleste en primer lugar.
-es
natural que te enojes si te imaginas que eso está pasando ahora mismo. Pero fue
hace 3 años ya. Seguro lo contaron como broma y tú lo tomaste a mal, ¡tonta!
Mira, ya llegamos.
Dentro
del bar hecho de ladrillos, muy al estilo europeo se escuchaban voces y risas,
seguramente el show ya había comenzado. En el fondo había una chica sentada con
cara de malhumor, supuse que ella era la que vendía las entradas.
-Haruka,
¿Por qué no esperas adentro? Compraré las entradas.
-de
acuerdo, no tardes.
Me
acerqué a la chica cuando Haruka entró.
-disculpa,
¿puedes darme un par de entradas?
-no.
-¿eh?
¿No las vendes tu?
-si
las vendo yo, pero no te daré ninguna.
-¿eh?
¿Por qué?
-porque
ya no hay.
-ah…
-mi decepción fue evidente.
-Yuuto,
tan precipitado como siempre… no siempre estaré aquí para cuidarte ¿sabes?
-lo
sé, Nobunaga. Pero…. ¡Un momento! ¿Nobunaga?
El
pequeño tenía su mano en mi hombro, consolándome con una sonrisa burlona.
-toma
estos dos pases. –me dijo. –no es bueno tener esperando a una dama. Nos vemos
después ¿sí?
-pero…
¿Qué haces aquí?
-vine
a ver el show mi hermano… después hablamos, ella te espera.
-¿eh?
¿Quién? Bah da igual, gracias Nobunaga.
Entré
feliz con nuestros boletos y vi como a Haruka se le iluminaba su rostro de
emoción.
-¿lista?
¡Vamos!
Cuando
nos sentamos en primera fila el show recién había comenzado. La creadora del
programa y la voz de la protagonista hicieron aparición.
-¡buenas
noches fans! ¿Listos para jugar un poco de lacrosse?
Al
parecer fui el único que no entendió el chiste, pues todos se carcajearon.
-pero
bueno, dejemos las bromas pesadas para después. ¿Alguien tiene una frase que
pedirle a mi estimada amiga?
Para
mi sorpresa Haruka se levantó y grito, mucho más fuerte que los demás:
-¡Haruka,
vamos a dar lo mejor y a ganarle a esa escuela de niñas mimadas!
-aquí
tenemos una chica con espíritu. –dijo la mujer. –hay que concederle su frase.
-está
bien. –dijo su acompañante. -¡Haruka, vamos a dar lo mejor y a ganarle a esa
escuela de niñas mimadas!
Haruka
se sonrojó y emocionó, como si hubiera sido su sueño de toda la vida escuchar
esa frase.
Poco
a poco fui entrando en el ambiente con las constantes explicaciones de Haruka y
hasta me di el lujo de sonreír por mi cuenta de vez en cuando por cosas que
recordaba de cuando vi la serie. El Show terminó 3 horas después y Haruka y yo
caminábamos por las ahora nocturnas calles del monte TOU.
No
hace falta mencionar que íbamos tomados de la mano ni que esa sensación de
felicidad siempre presente al estar con quien se había convertido en mi vida estaba
al máximo. A lo lejos divisamos a Harima y a Elizabeth comiendo en un
restaurante. Haruka se disponía a gritarles para irnos juntos pero le tapé la
boca con mi dedo índice.
-espera,
será más divertido si averiguamos de una vez por todas que hay entre esos dos
¿no?
-vaya
joven Ayase, me sorprende; Espiar es un delito federal. Usted se ha estado
juntando mucho con Mika últimamente.
-¿no
te da curiosidad?
-pues
sí, pero…
-¿entonces?
-está
bien está bien, esperemos a que salgan para ver si se toman de la mano o algo
así.
Desde
que abandonaron el restaurante fuimos su sombra, como dos ninjas espiando al
enemigo. Por desgracia ninguno de los dos hablaba mucho que digamos.
-vaya,
lo lograste bigotes: me has traído de vuelta a la civilización. –dijo
Elizabeth.
-ahora
si podemos llegar al hotel. Llamemos un taxi. –propuso Harima.
-de
acuerdo, ese lo pago yo ¿sí?
-soy
tu esclavo por estos 5 días, mi deber es ver que estés segura, pagare yo.
-sobre
eso… eres libre. –dijo Elizabeth con cierta ternura poco inusual en ella.
-en
ese caso, pagas tu. –dijo con salvajismo Harima.
-inútil
-mimada.
Unos
minutos después tomaron un taxi y se fueron de vuelta al hotel.
-¿Qué
demonios fue eso? –pregunté extrañado.
-creo
que van por buen camino ¿no crees?
-¿de
qué hablas? Prácticamente se odian.
-si…
pero es un odio lindo… de esos que por dentro tienen relleno de amor.
-yo
siempre me imagine a Elizabeth con Mike. –admití tras unos segundos de
meditación. –me da la impresión de que tienen que estar juntos.
-exactamente
por eso es que me gustaría más que Eri estuviera con Harima, va contra todos
sus estándares. Es algo prohibido y poco usual.
-mm
cierto, veremos qué pasa con estos dos tortolos en un futuro. ¿Quieres cenar
algo? Hoy te compraré todo lo que quieras, Haruka.
-hamburguesas.
–dijo con lujuria.
-no
es bueno para tu salud comerlas a diario. –advertí.
-tengo
novio, ya puedo engordar feliz.
-en
ese caso, hamburguesas serán.
La
noche sin estrellas nos guiaba con un sendero imaginario. No me importaba lo
que Haruka sintiera por mí. Yo solo quería verla sonreír y amarla un poco de
paso, era todo lo que necesitaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario